EL SECTOR FARMACÉUTICO EN ESTADOS UNIDOS HA DISFRUTADO DEL BUEN TIEMPO HASTA AHORA, PERO ¿ES HORA DE SACAR EL PARAGUAS?
A pesar de ser el líder entre los países avanzados en términos de recursos invertidos en el sector sanitario (17,1 % del PIB en 2014), los resultados de Estados Unidos están muy por debajo de los estándares occidentales: la esperanza de vida es menor, la tasa de obesidad dos veces más alta, la mortalidad infantil es más elevada y existe una alta prevalencia de al menos dos enfermedades crónicas entre los ancianos.
La implementación gradual de la Ley de Atención Médica Asequible ha mejorado el acceso de la población a la cobertura médica a un coste razonable. Otro punto crucial de los programas de los candidatos presidenciales es la reducción de los precios de los costosos medicamentos recetados. Tres de cada cinco quiebras personales en Estados Unidos se deben a deudas relacionadas con la sanidad, ya que la cobertura médica sigue siendo desigual y, a diferencia del resto de los países avanzados, en Estados Unidos las farmacéuticas pueden fijar libremente el precio de los medicamentos. Las empresas justifican los altos costes por sus elevados gastos en I+D y por la relativamente corta duración media de las patentes a nivel mundial. A pesar del shock que sufrió la economía estadounidense en 2008-2009, los precios de los fármacos han seguido aumentando, sin período de desaceleración.